Altos costos de la energía barata

Domingo 17 de abril de 2011





Un argumento a favor de la introducción de energía nuclear en Chile (antes del desastre provocado por el terremoto + tsunami del 11 de marzo de 2011 en Japón) era lo supuestamente barata que era esa electricidad, en comparación con la generada por otras conversiones energéticas.


En mi escrito “Kashiwazaki-Kariwa y Richter 6,6” (K-K) del domingo 7 de noviembre de 2010, escribí sobre la elevación de costos cuando la energía telúrica obliga a cerrar centrales nucleares:


“El sismo 6,6 de 2007 se produjo en el mar y dió orígen a varios problemas. Un problema fué de tipo económico, ya que varios de los reactores estuvieron detenidos por más de un año, por lo que fué necesario reemplazar la energía eléctrica fuera de servicio, con la energía procedente de otras centrales que utilizaron combustibles fósiles, como gas, carbón y petróleo.”



Ahora pienso a menudo en los altos costos originados por centrales nucleares japoneses destruídas en marzo de 2011, que dejaron de producir electricidad y que obligan a recurrir a formas mucho más caras de generar electricidad de emergencia.


También noto como se habla de “nacionalizar” el desastre, haciendo pasar gran parte de la sumatoria de los costos relacionados con el fracaso de la energía nuclear, a los contribuyentes japoneses. Indirectamente ello conduce a productos japoneses más caros y a un traspaso indirecto de parte de esos costos a los consumidores globales de artículos nipones.


Luego me referí al agua radiactiva que llegó al mar, en ese mismo texto sobre K-K:


“Considerando que los reactores se enfrían con agua de mar y se encuentran cerca de la playa, otro de los problemas fué la fuga de 1300 litros de agua radiactiva (1,3 m3) desde el reactor 6 hacia el Mar de Japón”



Pensé en esa fuga de agua contaminada que se produjo en 2007, cuando leí la siguiente noticia del 5 de abril de 2011:


“Fukushima vierte agua radiactiva al mar”


Agua radiactiva al mar



Ahí se puede leer sobre 11.500 toneladas de agua contaminada:





“Japón se ha visto obligado a optar por el mal menor. Tokyo Electric Power (Tepco), la compañía propietaria de la central nuclear de Fukushima, comenzó ayer a verter 11.500 toneladas de agua "ligeramente" radiactiva al mar -una cantidad aproximadamente equivalente a cinco piscinas olímpicas- para liberar espacio en el que almacenar otra mucho más contaminante.”



He notado como varias de estas noticias han ido acompañadas de frases “tranquilizadoras”, en el sentido de que no hay peligro para la vida humana.


En esas ocasiones me he preguntado qué tipos de peligros enfrentan la fauna y la flora marina en esa zona. También me he preguntado qué sucede con las corrientes marinas, que a lo largo de los años se desplazan lentamente a enormes distancias.


¿Tendrá toda esa contaminación algún “costo” adicional, que a la larga será pagado indirectamente a nivel global?


Yo no lo descarto, pero por falta de evidencias científicas, debo conformarme con intentar seguir informes aislados sobre mayores niveles de radiactividad, que surgen desde diversos paises del mundo.


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Escala INES - Nivel máximo


En mi escrito “Energía nuclear y la Escala INES” del domingo 28 de noviembre de 2010, escribí sobre algunos niveles de referencia:


“El accidente de Chernóbil fué clasificado con el nivel máximo 7. El accidente de Harrisburg fué clasificado con grado 5. El incidente de Forsmark en 2006 fué clasificado con grado 2, al igual que un incidente nivel INES 2 en la central de Atucha, Argentina, en 2005.”



Cuando escribí ello en noviembre de 2010 yo tenía claro que la llamada “Ley de Murphy” llevaría tarde o temprano a otro desastre comparable al de Chernóbil, pero yo podría jurar ante un juez, que en esos dias de fines de noviembre, yo no creía como probable que el nivel máximo INES 7 se volvería a producir a solo menos de 5 meses después:


“Japón eleva a nivel máximo de alerta nuclear igualando a desastre de Chernobyl”


Máximo nivel de alerta nuclear

Ahí se pudo leer el 11 de abril de 2011:


“El gobierno de Japón elevó hoy martes de cinco al máximo de siete en la Escala Internacional para Incidentes Nucleares (INES) el nivel de alerta nuclear por la situación en la central nuclear de Fukushima, dañada por el terremoto y tsnuami del 11 de marzo.”



Anoto que la hora de publicación fué a las 23:09 hora chilena del lunes 11 de marzo, cuando probablemente ya era dia martes 12 en el lugar que se originó la noticia.


Destaco también uno de los comentarios, que intenta “suavizar” un poquitito la gravedad de la noticia. Copio lo escrito por el seudónimo “El Lado Oscuro”:


“El Lado Oscuro | 12/04/2011 - 01:56 Que sea elevado a ese nivel no quiere decir que tenga la misma gravedad que Chernóbil, este último fue un accidente causado por errores humanos que provocó muertes directas. Eso no quita que en Japón la situación es grave tampoco, pero son contextos muy distintos.”


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Un deseo


Espero que nunca jamás se produzca un incidente o accidente nuclear en Chile, de grado 2 para arriba en la escala INES.


Supongo que una forma de garantizar ello, es abstenerse de instalar centrales nucleares en nuestro país. Lamentablemente hay muchas otras formas de peligros nucleares, pero al menos lo de optar por un NO a la energía atómica en Chile, es una forma adecuada de impedir altos costos irreparables.


Como un intento de aclarar esto de que hay otros peligros nucleares fortuitos, aparte de los clasificados en la escala INES , sugiero buscar por “Incidente de Palomares”. Se refiere a lo ocurrido en 1966, con cinco bombas termonucleares de 1,5 megatones. Leí en uno de los artículos relacionados, que el costo de sanear ello llegó a 80 millones de US dólares, aunque ignoro en qué año se realizó esa estimación.


Salvo error u omisión.


Cordiales saludos
Rafael Meza


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