Herencia, Genes, Registros y Deresu-111
Agua y Energía (A&E) son los principales elementos de mi propuesta Deresu-111, que se proyecta hacia 111 años futuros. La Economía Verde del programa de gobierno de don Eduardo Frei establece varias metas para el próximo período presidencial, donde identifico puntos de convergencia con las aspiraciones de Deresu-111.
Al leer textos y al ver imágenes (fotos y videos) relacionados con la visión expresada como “Vamos a vivir mejor“, reconozco la presencia de los sueños y la voluntad de ir realizando esos sueños por etapas. De ahí que me atreva a soñar con que cada chileno llegue algún dia a ser dueño(a) de fracciones (ojalá crecientes) de recursos acuíferos y energéticos chilenos.
Una forma de lograrlo es naturalmente via empresas estatales chilenas, que por definición pertenecen a todos los chilenos. Otra forma es via acciones de empresas estatales, privadas, mixtas o/y cooperativas. Mi sueño vá algo más lejos, ya que incluye la idea de que cada chilena(o) reciba al nacer un título de propiedad fragmentaria, sobre una mini-fortuna que le rendirá dividendos durante el resto de la vida.
El título de propiedad (sobre A&E) recibida al nacer se pagaría de vuelta con intereses, durante la vida activa de trabajo.
Sueño con propiedad intransferible sobre Agua y Energía (A&E), que genera un ingreso económico individual tangible, desde la cuna hasta la tumba. Al llegar la muerte, esos recursos pasarían en herencia a los descendientes, de acuerdo a reglas que los legisladores establecerían en el futuro.
De esa forma se aseguraría que cada descendiente de los pueblos originarios de Chile, sería dueño(a) de una parte de los recursos renovables de nuestra naturaleza. Mi sueño abarca el anhelo de que todos esos descendientes, sin excepción, disfruten del rendimiento (dinero) ocasionado por ciertas reservas inagotables de Agua y Energía que son puestas a producir y a generar más riqueza.
Como yo desciendo documentadamente de los pueblos originarios de Chile, me agrada un sueño de esa naturaleza.
No todos los “nuevos” chilenos descienden de los pueblos originarios, debido a que por cada decenio llegan nuevos inmigrantes. Yo creo sin embargo que después de pocas generaciones, los descendientes de nuevos inmigrantes también logran raices autóctonas. Eso se debe a que al producirse mezclas inevitables con chilenos(as) que a su vez tienen raíces de varias generaciones, los árboles genealógicos se van poblando de tatarabuelos(as) que entre sus tatarabuelas(os) tenían a habitantes originarios de nuestra nación.
Como ejemplo puedo nombrar al cacique Caupolicán. Que yo sepa, ese líder mapuche no se encuentra directamente en mi árbol genealógico, debido a que aparentemente no desciendo de él.
Caupolicán se encuentra sin embargo de forma indirecta en mi árbol ancestral, debido a que mató.a uno de mis antepasados lejanos, de un certero golpe de maza, lo que desintegró la masa cerebral de mi ancestro Diego.
Aquí vá una explicación que puede servir como ejemplo.
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Maza
El Primer Escudo Nacional de Chile fué dado a conocer el 30 de septiembre de 1812 y tenía aproximadamente el siguiente diseño:
Hoy dia 30 de septiembre de 2009 es adecuado para destacar entre los varios símbolos de ese primer Escudo, la maza o mazo que el guerrero afirma con su mano izquierda (asumo que él tiene su pecho dirigido hacia el lector). Debido a una maza de ese tipo murió uno de mis antepasados españoles (Diego Oro) y el hecho quedó debidamente documentado en el Canto III de La Araucana:
Alonso de Ercilla - Canto 3
”Treme y gime la tierra del horrendo
furor con que ambas partes se acometen,
derramando con rabia y fuerza brava
aquella poca sangre que quedaba.
Diego Oro allí derriba a Paynaguala,
que de una punta le atraviesa el pecho;
pero Caupolicano le señala,
dejándole gozar poco del hecho.
Al sesgo la ferrada maza cala,
aunque el furioso golpe fue al derecho
pues quedó por de dentro la celada
de los bullentes sesos rociada.
Tras éste, otro tendió desfigurado,
tanto que nunca más fue conocido,
que la armada cabeza y todo el lado
donde el golpe alcanzó, quedó molido.“
En la batalla de Tucapel, Caupolicán dió un furioso golpe de maza a mi antepasado Diego y a este le quedaron sus sesos rociados. Lamentablemente Diego Oro no tenía hijos, así es que mi árbol genealógico estuvo muy cerca de no existir.
Afortunadamente Diego se enamoró de una joven mapuche y ella quedó encinta, esperando el nacimiento de “Isabel de Oro”. Hasta el momento ignoro el nombre de la madre araucana de Isabel, pero si estoy con vida escribiendo esto en el siglo XXI, tengo una deuda de gratitud hacia Isabel de Oro, así como hacia su madre mapuche que se enamoró del joven español.
Isabel de Oro se casó con Alonso López de la Arriagada, conquistador nacido en Vigo, España, cerca de 1529, muerto en Santiago, Chile, por 1585 (según Familias Fundadoras de Chile pag 593).
Isabel y Alonso tuvieron un hijo llamado Juan, del que descienden las siguientes generaciones: Magdalena, Beatríz, Gregorio, Fermín, Tomás y María del Carmen.
Esa última antepasada mencionada, María del Carmen Barahona y Silva fué mi tatarabuela. Ella se casó con mi tatarabuelo Francisco Meza Jimenez. Ambos descansan en paz en el mausoleo de mi familia, en la VI Región de Chile.
Esa tatarabuela mia no habría existido, si es que en el pasado no hubiese existido una tatarabuela mapuche, quien fué la madre de mi antepasada Isabel de Oro. No descarto que tarde o temprano yo logre encontrar el nombre de esa mujer araucana en algún documento que está a la espera de los interesados como yo.
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Maza. Masa, Meza, Mesa
Cuando la ”Maza” de Caupolicán hizo añicos la ”Masa” cerebral de mi antepasado Diego Oro, era la Navidad de 1553 (25 de diciembre).
En esa epoca mis antepasados ”de Mesa” originarios de la ciudad española de Toledo, ya se encontraban viviendo en Portugal. Descendientes de ellos partieron a Holanda a fines del siglo XVI y allá cambiaron la letra ”s” de su apellido, quedando escrito como ”de Meza”, por motivos fonéticos. La partícula ”de” fue con el tiempo desapareciendo de muchos apellidos, en América.
En holandés se escribe Jezus y Zweden (Suecia) y entendí el fenómeno fonético de la letra ”zeta” cuando mi amigo holandes Johan de Meza pronunció nuestro apellido, hace ya más de un decenio.
Cerca de Amsterdam encontré un antiguo cementario, donde hay al menos 81 personas ”de Meza” enterradas por siglos. Uno de ellos es Raphael de Meza, enterrado allí hace más de 300 años.
Descendientes de esas familias partieron hacia América y llegaron a la isla holandesa de Curaçao, cerca de la costa de Venezuela. Uno de esos ”de Meza” en la pequeña isla caribeña salvó a Simón Bolívar después del desastre de Puerto Cabello (1812).
Otros familiares se expandieron por América y en el caso de Chile puedo nombrar a ”María Mercedes de Meza y Ulloa”, quien fué la madre de ”Isabel Riquelme y Meza”, quien a su vez fué la madre de Bernardo O’Higgins.
Cada ser humano desciende de miles de familias del pasado remoto y en el caso de Chile es casi imposible no descender de los pueblos originarios, debido a que en cosas del amor todo puede ocurrir. Diego Oro se enamoró de una joven mapuche y viceversa. Ni una poderosa maza capaz de triturar la masa encefálica era capaz de detener los romances de esa epoca.
El Virrey del Perú se enamoró de una hija de María de Meza y ahí tampoco fué posible evitar que naciera el Padre de la Patria.
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Arbol Genealógico
Es totalmente imposible evitar el hecho de que cada uno de nosotros tiene 2 padres, 4 abuelos, 8 bisabuelos y 16 tatarabuelos. Esas ramificaciones conducen al llamado Arbol Genealógico.
Cada uno(a) de nuestros(as) tatarabuelos(as) tenía antepasados propios. La progresión geométrica conduce a 16 tatarabuelos, luego a 32, 64, 128 y 256 antepasados. Si estimamos que entre cada generación transcurren unos 25 años en promedio, se llega a cifras asombrosas en poco siglos.
Ocurre sin embargo que una persona del pasado remoto puede aparecer varias veces en un mismo árbol genealógico. Alguien puede por ejemplo ser el padre del hombre nr 361 y de la mujer nr 428. El padre de una tatarabuela puede perfectamente ser hermano de la madre de un tatarabuelo. Eso conduce a que no siempre los antepasados se van duplicando hacia el pasado.
Con respecto al futuro, imagino que con la inseminación artificial será teóricamente posible inseminar a una mujer de un cierto siglo, con genes de uno o varios siglos anteriores. En esos casos los árboles genealógicos serán muy complicados, pero esas discusiones serán tarea para los humanos del porvenir.
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Abraham - Ibrahim
Abraham fué el padre de Isaac, quien fué el progenitor de los judíos.
Ibrahim fué el padre de Ismael, quien fué al progenitor de los musulmanes.
Considerando que Ibrahim es el nombre de Abraham en árabe, no queda otra que aceptar que el primer judío (Isaac) era hermano del primer musulmán (Ibrahim). En realidad eran hermanastros, hijos de un mismo padre, pero de madres diferentes.
Según la Biblia, ambos hermanos se llevaban muy bien entre ellos, visitaban a su padre y lo enterraron juntos:
Muerte y sepultura de Abraham
Génesis 25:9
”Y lo sepultaron Isaac e Ismael sus hijos en la cueva de Macpela, en la heredad de Efrón hijo de Zohar heteo, que está enfrente de Mamre.”
Yo personalmente creo que todo ser humano contemporáneo desciende de Isaac y de Ismael al mismo tiempo. En el caso de los chilenos que descendemos de conquistadores españoles, se hace imposible evitar que entre los antepasados de esos inmigrantes existiesen judíos sefarditas y musulmanes españoles, considerando que el general sirio Musa (nombre árabe de Moisés), invadió la península ibérica el año 711, cuando ya existían judíos en toda la región.
La expulsión de judíos y musulmanes fué decretada en 1492. Aunque muchos dejaron España, los que quedaron no podían hacer nada para evitar con efecto retroactivo, que en sus respectivos árboles genealógicos hubiese judíos o/y musulmanes.
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Mestizaje
La palabra “mestizo” me agrada y yo reconozco que debo la vida a muchos mestizos. Yo desciendo de mapuches, incas, españoles y portugueses. Entre ellos los había cristianos, judíos y musulmanes.
Me he llevado muchas sorpresas en mi vida y estoy convencido de que es cosa de buscar para encontrar raíces asombrosas. Puedo asegurar que somos muchos los chilenos que descendemos de la niñita mestiza “Isabel de Oro”, cuyo padre español murió en la batalla de Tucapel, luchando contra el cacique Cauplicán, quien defendía su tierra con gran Energía y horrendo furor.
He leído que Diego Oro fué el segundo productor de vinos chilenos (Concepción). También he leído que el primer productor de vinos chilenos fué don Francisco de Aguirre, primer alcalde de Santiago de Chile y fundador de la primera ciudad argentina (Santiago del Estero).
Don Francisco plantó viñas en La Serena, ciudad que fundó. Yo desciendo también del Sr. Aguirre y de su hija María Constanza.
Si usted no crée que desciende de Isaac e Ismael, es por supuesto totalmente libre de pensar según sus preferencias.
Yo personalmente creo que es cosa de proporciones. Probablemente mi proporción de antepasados asiáticos es mayor que mi proporción de antepasados africanos, pero a la larga sospecho que mi proporción de ancestros de Oceanía es mayor que cero.
El verdadero problema es que carecemos de todos los registros que muestren quienes fueron nuestros antepasados. Por ello debemos conformarnos con los registros existentes y con la idea de que heredamos genes de muchas procedencias.
A estas alturas de la Historia es problemático invalidar contratos de compra y venta de tierras ancestrales, pero creo perfectamente posible adquirir algo de propiedad sobre recursos de Agua y Energía que en la actualidad no son explotados.
Uno de mis sueños es que cada chileno(a) sea dueño(a) de fracciones de esos recursos, durante toda la vida. Imagino que ni Deresu-111, ni una Economía Verde presentan obstáculos para un sueño de esa naturaleza.
No presentan impedimentos, sino que todo lo contrario. Una Economía Verde junto a las reformas constitucionales que el gobierno del Sr. Frei se propone realizar, podrían a la larga conducir a que cada chileno sin excepción reciba un generoso dividendo en el bolsillo cada mes. Este podría proceder de títulos de propiedad individuales e instransferibles, sobre Agua y Energía.
Técnicamente es perfectamente posible construir un sistema administrativo que realice esos pagos de forma honesta y controlable. Esa podría ser una forma de que todos los descendientes de los pueblos originarios de Chile reciban una parte de las riquezas renovables de nuestro país.
Yo no solo desciendo de la cacica de Chacabuco y de la madre mapuche de Isabel de Oro y de la esposa inca de un hermano de Santa Teresa de Jesús. También desciendo de miembros de la tribu de los Taguataguas (quienes combatieron con furia a mi antepasado asturiano Pedro de Miranda y Bideba, el que atravesó el desierto de Atacama para conseguir los refuerzos que salvaron a los fundadores de la capital chilena).
Es cosa de buscar un poco, para encontrar las respectivas raíces autóctonas y para comprender que nuestra sangre está empapada de Historia de Chile. El futuro es tarea nuestra y Deresu-111 se refiere a este siglo y parte del próximo. Agua y Energía van a generar mucha riqueza en ese largo período y yo sueño con que cada chileno(a) disfrute de una fracción de esos bienes.
Salvo error u omisión.
Cordiales saludos
Rafael Meza