Desgaste telúrico de estructuras

Domingo 31 de octubre de 2010


El primer “incidente” nuclear ocasionado por los remezones de la energía telúrica ocurrió con un sismo grado Richter 6.6 en Japón. Me referiré a ello más adelante.


Me llamó la atención que otro sismo grado 6,6 ocurrido tres años antes, no causó los mismos problemas. La distancia de ambos sismos a la central nuclear afectada fué similar. También la profundidad fué comparable.


Hace pocos dias encontré una posible explicación parcial, cuando revisaba databases de sismos históricos y encontré un dato que es asociable al “Dia de todos los Santos”, que celebraremos mañana 1 de noviembre.


Yo desde ya pienso en muchos seres queridos que han dejado este mundo. Varios de ellos están enterrados en un mausoleo que se encuentra debajo de unos grandes árboles. Gracias a Google Earth he ubicado el lugar aproximado y lo he marcado con un punto amarillo:


 


Lo relacionado con este artículo es que el antiguo mausoleo de mi familia fué derribado por el terremoto de Chillán, en 1939. Gracias a los databases del USGS (U.S. Geological Survey) me enteré de que el mausoleo se encontraba a 230 km al noreste del epicentro de ese destructivo terremoto grado Richter 7,8 (24 de enero de 1939).


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Versión asísmica


Casi 50 años después del sismo de Chillán, mi hermano menor Augusto aplicó sus conocimientos de arquitectura, para diseñar un nuevo mausoleo mucho más resistente que el antiguo.


Mi hermano junto a mi padre y a varios maestros levantaron una nueva estructura con “esqueleto” de acero soldado, que se contruyó sobre el cerrito que yo veía de niño, cuando acompañaba a mi padre y a un tio en dias previos a cada 1 de noviembre.


Ellos dos acostumbraban pintar 4 monolitos blancos, unidos por cadenas colgantes decorativas negras, que encerraban un césped. En esos dias todo ello era adornado con flores frescas. Las ruinas del viejo mausoleo desplomado dieron orígen al cerrito y sobre todo ello se levantó una vigorosa construcción que acogió a mis padres y que ahora continúa estando preparada para recibir a decenas de nuevos miembros familiares.


Desde hace pocos dias he tenido motivos para sospechar que el antiguo mausoleo comenzó a ser destruído por un sismo anterior grado Richter 6,0 que ocurrió a solo 10 km al sur del cementerio, dos años antes del terremoto de Chillán. Ya en 1937 esa antigua estructura debe haber quedado con trizaduras y grietas.


Un remezón grado 6,0 a solo 10 km de distancia debe haber causado serios daños a la antigua estructura de madera y adobe. Seguramente afectó también a muchas viviendas y galpones de adobe, material que era tradicional en esa epoca.


Supongo que al llegar las ondas del terremoto de Chillán dos años más tarde, muchas murallas desgastadas con las grietas y la lluvia no resistieron.


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Iglesia


La idea del desgaste acumulativo de diversas construcciones ha estado presente por años, a raíz de que la iglesia chilena en que yo y mis hermanos fuimos bautizados, perdió sus dos torres con motivo del terremoto grado 7,8 de 1985. Las torres desplomadas fueron reemplazadas por nuevas torres con estructura metálica, al mismo tiempo que el frontis de la iglesia fué reforzado para soportarlas.


A raíz del terremoto grado 8,8 de febrero de 2010 se desplomó el resto del templo, aunque las torres reconstruídas en 1985 se mantuvieron en su lugar, sobre el frontis también fortalecido.


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Factores


Sin duda hay muchísimos parámetros que determinan la forma como las ondas destructivas se propagan y como los edificios reaccionan dependiendo del suelo sobre los que están levantados.


Lo que parece obvio a primera vista es sin embargo que la energía disipada por un sismo vá disminuyendo a medida de que se aleja del epicentro.


Escribí a “primera vista”, debido a que sospecho que existen “ductos” bajo la tierra, que ofrecen menos resistencia al avance de ciertas ondas telúricas. Digo esto por asociación con los “ductos” atmosféricos que utilizan ciertas ondas radiales para su propagación. También lo digo porque el domingo 22 de mayo de 1960 (terremoto 9,5 en Valdivia) ví una onda que se desplazaba bajo tierra y que me hizo pensar en una “culebra” gigante que avanzaba rápidamente hacia el norte.


Yo me encontraba a unos 640 km al noreste del epicentro y hasta el dia de hoy pienso de vez en cuando en esa “serpiente” que tal vez avanzó centenas de km en poco tiempo. Por otro lado hay versiones que mencionan una cadena de varios sismos en serie, ocurridos en esos agitados instantes de 1960.


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La vida


Los chilenos debemos pensar con seriedad en la relación entre Richter y Becquerel, aunque vivamos a miles de km de distancia del querido lugar donde dimos el primer llanto lleno de vida.



Muchos chilenos que irán mañana a diversos campos santos, han perdido a seres queridos a raíz de algun fuerte sismo.


Me parece muy trágico perder la vida o quedar lesionado por causa de la escala de Richter. Me parece muy razonable hacer todo lo posible para  disminuir los riesgos para la vida o la salud, que pueden surgir cuando los niveles naturales de unidades Becquerel de radioactividad en la tierra, agua y aire son afectados por un accidente nuclear.


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Maquinaria


Redondeo estos razonamientos cambiando de posición geográfica y mencionando que la central nuclear japonesa afectada fué agredida por un sismo grado 6,6 que en 2004 tuvo su epicentro al este de la central. Tres años después, en 2007 la misma central fué agredida por otro sismo grado 6,6 que tuvo su epicentro en el mar, al oeste de los reactores.


La distancia y la profundidas de ambos sismos fueron comparables, pero mientras el de 2004 no causó daños, el de 2007 obligó a cerrar la estación durante un año por causa de las necesarias reparaciones.


Me parece lógico imaginar que si un edificio vibra con fuerza a raíz de un fuerte sismo, entonces toda la maquinaria y todos los objetos que se encuentran en ese edificio acompañan ese caos de movimiento violento. A raíz del terremoto de Concepción, en febrero de este año, una cámara de vigilancia filmó como un carro-bomba se levantaba del suelo y en la práctica rebotaba de forma contínua.


Todo ello me lleva a pensar que si una central nuclear es afectada por varios sismos con algunos años de diferencia, entonces se debe producir desgaste acumulativo en las cañerías y acoplamientos. Por otro lado, si es un hecho que ciertas varillas de combustible nuclear sufren grietas y quebraduras en paises con baja actividad telúrica, con mayor razón debe producirse el riesgo de trizaduras a raíz de varios sismos iracundos.


Espero entregar más detalles sobre ese incidente nuclear japonés durante algún fin de semana próximo. Redondeo entonces el tema de desgaste de material en edificios y maquinarias, anotando que hay cañerías que se ven afectadas por filtraciones de agua o gases, sin los efectos de un terremoto. Ello se debe a corrosión común y corriente. Asumo que cuando corrosión y debilitamiento mecánico se combinan, es difícil evitar escapes de fluidos que pueden llegar a ser muy peligrosos.


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Ataúdes forrados en plomo


Termino este escrito en el dia previo a “Todos los Santos” recordando una tumba muy especial que existe en Sudamérica. Se trata de ataúdes que pesan varios cientos de kg, debido a que están cubiertos de plomo. En su interior están los restos de mujeres afectadas por una substancia brillante.


Si usted se interesa por leer más sobre ese desastre causado por el Cesio 137 en nuestro propio continente, puede buscar en Google por un artículo de “El País”, titulado "El brillo azul de la muerte".


El 26 de abril de 1986 ocurrió el accidente nuclear de Chernóbil. A raíz de ello, el Cesio 137 se hizo muy conocido en varios países de Europa, que fueron amenazados por nubes radioactivas que entre sus radioisótopos incluían justamente el Cesio 137.


Ya que mañana se visitarán muchas tumbas alrededor del mundo, menciono aquí la mayor tumba de todas. En noviembre de 1986 se envolvió todo el reactor 4 de Chernóbil en un gigantesto sarcófago consistente en 250.000 toneladas de concreto armado. El objetivo era dejar la radiactividad captiva en esa cápsula, pero con el tiempo la estructura se fué agrietando debido al inevitable desgaste de material. Un nuevo sarcófago ha sido necesario.



Casi un año y medio después de ese accidente nuclear en Ucrania, se produjo otro accidente relacionado con el Cesio 137 en América del Sur. Ahí se construyeron otros sarcófagos que fueron apedreados por los habitantes del lugar afectado. Las siguiente líneas del mencionado informe de “El País” lo describen:


“En un ritual de violencia, los ataúdes de María Gabriela y Leide, forrados de gruesas capa de plomo y pesando más de 600 kilos cada uno, fueron recibidos con piedras en el cementerio de Goiania. La población, revuelta y asustada, apedreó los ataúdes en protesta por el enterramiento en la zona urbana de la ciudad.”


Mañana recordaremos con mayor intensidad a muchos seres queridos. Muchas tumbas serán visitadas. Yo he querido recordar a la vez esos pesadísimos sarcófagos en dos continentes, que han sido testigos de los inmensos daños que pueden generarse cuando los Becquerels dejan de ser controlables a tiempo.


Salvo error u omisión.


Cordiales saludos
Rafael Meza


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