Rebaja Estatal de Remedios


En mi reciente texto “Reflexiones sobre Estado y Subsidios”  terminé mencionando dos ejemplos que incluiría antes de fin de año (2009) y este artículo describe el segundo de ellos, es decir:


”El otro ejemplo se referirá a un sistema nacional de subsidios por medicinas, donde cada cual paga esas medicinas en diferentes etapas de la propia vida.”



Comienzo comentando que es común que las fuerzas policiales de un país sean financiadas por impuestos recaudados por el respectivo Estado. Los ciudadanos pagan para que exista policía y para que ello proporcione seguridad. Es común además, que gran parte de los habitantes de un país prefieran no tener problemas con la policía. Una inmensa mayoría aprecia los servicios policiales, pero detesta ser multados por dicha institución.


En mis reflexiones sobre “Subsidios autofinanciados” escribí:


“El “Uno para todos y todos para uno” de Athos, Porthos, Aramis y D'Artagnan se hace efectivo con un Estado robusto y eficiente, porque durante los muchos decenios de cada vida humana, cada cual aporta y recibe según criterios justos decididos democráticamente.”


Ahora para describir un ejemplo concreto de beneficios sociales pagados por el propio beneficiado, combino los puntos anteriores mencionando que según el presupuesto estatal de Suecia para el año 2010, la policía sueca costará 17,5 unidades, mientras las rebajas por medicinas costarán 23,2 unidades. Para evitarnos entrar en detalles sobre divisas diferentes, puede apreciarse la magnitud de un beneficio sobre medicinas, cuando se constata que su costo annual supera en 30% el costo de toda la infraestructura policial y de todo su personal.


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Máximo anual por remedios


Aporto con el ejemplo sueco, que es el que mejor conozco. El beneficio consiste en que cada habitante de Suecia de 18 años para arriba, paga como máximo una suma AA por ciertos remedios recetados, durante un período de 12 meses.


En una misma familia, todos los niños menores de 18 años pagan como máximo la misma suma AA, pero en conjunto. Los remedios familiares de todos los niños pequeños se rebajan de acuerdo a su consumo total.


He preferido no especificar cuantas coronas o euros equivalen a esa suma AA, porque solo se trata de un ejemplo, que con modificaciones locales puede existir en diversos países.


Aclaro que todos los seres humanos gastamos en remedios tarde o temprano. Vamos a la farmacia y compramos medicinas que no exigen receta y pagamos su precio comercial.


Las personas que tienen enfermedades más complejas y que requieren de medicinas de uso controlado, pagan en Suecia un máximo AA dentro de un año, siempre y cuando se trate de una receta médica y que las medicinas estén catalogadas dentro de una lista de medicinas rebajables. En esa lista se encuentran también ciertos remedios que tal vez se usan solo de vez en cuando, como por ejemplo un fuerte calmante que se toma después de una dolorosa operación..


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Pago escalonado


El sistema está construído de tal forma que las rebajas sean progresivas. El ciudadano paga el 100% del precio comercial de sus remedios recetados, hasta llegar a la mitad de la suma AA. En ese primer rango no hay rebaja.


Enseguida hay un segmento dentro del cual solo se paga 50% del costo real. Luego viene un tercer segmento
donde solo se paga el 25%, enseguida otro donde se paga el 10% y finalmente no se paga por los costos que excedan la suma AA dentro de 12 meses.


Al completarse los 12 meses comienza un nuevo período y ahí se vuelve a pagar 100% del costo real, hasta llegar nuevamente a la mitad de la suma AA. De ahí para arriba se vuelve a pagar 50%, etc.


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Burocracia


En realidad cualquier bien o servicio que se transa en el mercado tiene su precio y tiene cierto costo administrativo, independientemente de si lo que uno compra es suministrado por empresas privadas o públicas.


Un argumento universal muy negativo contra los impuestos, es que estos serían destinados a pagar burócratas que no hacen nada y que viven a costa de los contribuyentes. Yo tengo sin embargo una visión muy positiva de los servidores públicos, ya que he trabajo en empresas públicas y privadas de varios países.


Al describir el sistema de rebaja de remedios, se hace evidente la necesidad de un sistema administrativo que abarque a la totalidad de los habitantes (en este caso de Suecia) y que lleve contabilidad exacta del valor de los remedios comprados dentro de cada segmento de rebajas.


Técnicamente ello se ha resuelto con un sistema de computación online, que conecta a TODAS las farmacias del país, sin excepción. Un paciente visita al médico y este hace su receta de forma electrónica en su computador y la envía por Internet al sistema de farmacias. La receta queda de esa forma archivada y es accesible de inmediato en la totalidad de las farmacias.




Un paciente llega así a cualquier farmacia, de cualquier región, muestra su cédula de identificación y esta es leída gracias al código de barras. De inmediato aparecen en la pantalla del farmacéutico que atiende, todas las recetas vigentes del cliente.


Se piden las medicinas deseadas, el computador local genera diversas etiquetas (con la dósis recetada y otros datos). El sistema online calcula las rebajas hasta el momento y genera el costo que se debe pagar por esa compra. Si el ciudadano ya ha superado la suma AA y todavía no han pasado los 12 meses, entonces el pago es cero y al pasar por la caja de la farmacia se muestra el paquete sellado que lleva una indicación de que no hay cobro.


Sin duda esa ”burocracia” estatal tiene un costo y los expertos que manejan y programan todo ello no están de brazos cruzados.


Agrego como dato adicional que el sistema actualiza de inmediato el estado de bodegas de cada farmacia, además de la fecha de vencimiento de las diferentes medicinas almacenadas. Cada dia se generan listas de remedios que deben sacarse de los estantes y que deben enviarse de vuelta a la central de distribución para su destrucción, debido a que caducarán dentro de un cierto plazo.


El sistema mantiene un cierto nivel de existencias de cada medicina para cada farmacia y las centrales de distribución se valen de rutinas diarias para ir llenando las cajas que cada dia son enviadas a cada local, con nuevas medicinas de reemplazo. El mismo viaje de entrega se aprovecha para recoger las medicinas que caducarán dentro de cierto lapso y que deben ser destruidas.


No dudo de que en todo el mundo existen empresas estatales ineficientes, pero también hay estatales super efectivas. Un buen ejemplo de efectividad ha sido el monopolio farmacéutico estatal de Suecia.


Si bien es cierto en 2009 comenzó un proceso de privatización de farmacias, ello ha sido a mi juicio más que nada basado en consideraciones ideológicas del actual gobierno de centro-derecha de Suecia. Francamente no creo que las farmacias privadas lleguen a ser más efectivas que las estatales actuales. Creo eso sí que la técnica evoluciona y que las futuras farmacias se modernizarán de acuerdo a los avances. Pero esos avances también ocurrirán para las farmacias estatales que se han exceptuado de la privatización en marcha.


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Renovación de recetas


Tarde o temprano gran parte de los ciudadanos son efectados por enfermedades como hipertensión sanguínea o diabetes. Se hace indispensable llevar rigurosos controles médicos periódicos y ello lleva a la necesidad de actualizar las medicinas y las recetas.


Hasta hace unos meses, el sistema de renovación de recetas implicaba que uno llamaba a la respectiva central médica de distrito y tecleaba el número personal y el número de teléfono. Al rato la central llamaba de vuelta y ahí el paciente pedía renovar cierta receta.


Actualmente ese procedimiento se realiza por Internet, mediante un código personal. El paciente escribe las medicinas y la dósis ya recetada. Un médico de turno lée el formulario llegado, verifica la ficha médica del paciente y envía una nueva receta electrónica al sistema de farmacias. El cliente que lo desea recibe un corto mensaje de texto en su celular, que informa que la rutina ha sido efectuada. En pocas horas después de haber enviado el pedido, la receta renovada está así accesible por todas las farmacias del país.


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Quien paga?


Los padres pagan las medicinas de sus hijos menores de 18 años, quienes en total pagan una suma máxima AA por año. Los trabajadores pagan con su sueldo y los jubilados con su pensión. Es evidente que muchos ciudadanos pueden pasar varios años sin requerir remedios recetados. El problema se genera cuando tarde o temprano las medicinas necesarias aumentan en la vida y el costo de estas también aumenta.


La rebaja es pagada entonces via impuesto estatal. Se trata de impuestos que cada cual paga, pero que se reciben de vuelta en forma de rebajas. Es cierto que no todos reciben de vuelta lo mismo todos los años, pero si se piensa que la vida consta de varias etapas, a la larga las rebajas se emparejan. El trabajador paga así cuando está sano, las rebajas por medicinas que tendrá cuando se enferme.


La gran excepción son los discapacitados o accidentados, que aunque vivan de otro tipo de subsidios o seguros, son dependientes de la solidaridad general.


Más y mejor Estado. Mi objetivo era el de explicar que muchos subsidios en estados robustos y bien organizados regionalmente, son a la larga pagados por las mismas personas que reciben los beneficios. No dudo que ciudadanos con una fuerte billetera tienen acceso más expedito a todo tipo de medicinas caras. Para esos segmentos de altos ingresos, puede ser molesto pagar impuestos.



Pero para las grandes mayorías en cambio, encierra múltiples ventajas que un Estado fuerte y desarrollado responda sin titubear cuando las necesidades vitales se hacen presentes. Creo que vale la pena aportar con parte de los ingresos en forma de impuestos, mientras se es fuerte y sano, si es que se confía en que el Estado responderá cuando el propio cuerpo se desagaste por la enfermedad y la vejez.


He dado este ejemplo real como un forma de explicar mis reflexiones, pero no dudo de que en Chile podemos encontrar soluciones propias, más congruentes con la realidad regional. En cualquier caso, creo que solo el Estado es capaz de extender importantes beneficios sociales a todos los rincones de nuestra desafiante geografía, así como a cada habitante sin excepción.


Salvo error u omisión.
Con mis deseos de un Próspero Año 2010


Cordiales saludos
Rafael Meza


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